domingo, 30 de junio de 2013

PASTELERIA, YO?

Nunca les ha pasado que todo lo que planearon, al final, salió completamente distinto a lo que se imaginaron? Bueno, esa es un poquito mi historia. Clásico en los últimos años del cole no tienes ni idea de lo que quieres estudiar; pero al final, te inclinas por lo que generalmente piensas es lo correcto para ti y a lo que quieres dedicarte por el resto de tu vida, en mi caso, ser psicóloga. Entré a la universidad y estaba feliz! La psicología era lo mío, amaba las letras y toda la onda humanista de la univ. Mis papás me decían que debía escoger otra carrera, algo más acorde a mi personalidad. Para variar, como toda adolescente, lo que decían me entraba por una oreja y salía por la otra. Al final, como siempre, tenían razón. La gracia de la psicología no me duró ni un año, y a mitad del segundo ciclo decidí retirarme. Pero la decisión no fue lo más difícil, lo más difícil fue decirle a mis papás. Me acuerdo como si fuera ayer. Les dije que tenía que hablar algo importante con ellos, me miraron extrañados y nos sentamos en la sala: "Ya no quiero seguir en la universidad" fue lo primero que les dije. La cara de mi papá se fue transformando de intrigado a preocupado/molesto; mi mamá escuchaba. "Y ahora qué vas a hacer? Algo tienes que estudiar!" Y yo muy canchera les dije "Quiero ser chef". Hace 10 años la carrera de gastronomía no estaba tan de moda como ahora, por lo que era muy común que todos pensaran que los que estudiaban cocina eran los vagos y los que triquearon y no les quedó otra. Al final asimilaron la idea y hasta se alegraron. Siempre me gustó la cocina, sobretodo los postres. Comenzó el verano y empezamos a buscar dónde podría estudiar, hasta que encontramos una escuela que se acomodaba a lo que yo quería y al plan curricular más interesante. Y asi, entré al mágico mundo de la cocina. Al principio no fue fácil y al final mucho menos, a medida que pasaban los meses la gente se ponía más competitiva y yo también. Llegó el momento de entrar a practicar, se suponía que debía entrar al área de producción de cocina del restaurant, pero por cosas de la vida me mandaron a pastelería... y me encantó!  Después de 3 años de estudiar y trabajar, me gradué. Desde ese momento no paro, he pasado por varias cocinas y ahora soy la chef pastelera de uno de los mejores de restaurantes de Lima. Quien lo diría, no?  Creo que todo tiene su razón de ser y todas las experiencias, positivas y negativas, te enseñan algo. Así es que si piensan que están por el camino equivocado y necesitan cambiar de rumbo, háganlo! No hay nada mas satisfactorio y rico que hacer lo que te gusta, siempre con mucha perseverancia y empeño, pero sobretodo con cariño.

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